Liturgia Católica
Una Santa Católica Apostólica
Visible, Infalible e Indefectible
Avisos Espirituales
cuarto aviso
Saludo a Las Virtudes
1 ¡Salve, reina sabiduría!,
el Señor te salve con tu
hermana la santa pura sencillez.
2 ¡Señora santa pobreza!, el Señor te, salve con tu hermana la santa
humildad.
3 ¡Señora santa caridad!, el
Señor te salve con tu hermana la santa obediencia.
4 ¡Santísimas
virtudes!, a todas os salve el Señor, de quien venís y procedéis.
5 No
hay absolutamente ningún hombre en el mundo entero que pueda tener una de
vosotras si antes él no muere.
6 El que tiene una y no ofende a las
otras, las tiene todas.
7 Y el que ofende a una, no tiene ninguna y a
todas ofende (cf. Sant 2,10).
8 Y cada una confunde a los vicios y pecados.
9 La santa
sabiduría confunde a Satanás y todas sus malicias.
10 La pura santa
sencillez confunde a toda la sabiduría de este mundo (cf. 1 Cor 2,6) y a la
sabiduría del cuerpo.
11 La santa pobreza confunde a la codicia y
avaricia y cuidados de este siglo.
12 La santa humildad confunde a la
soberbia y a todos los hombres que hay en el mundo, e igualmente a todas las
cosas que hay en el mundo.
13 La santa caridad confunde a todas las
tentaciones diabólicas y carnales y a todos los temores carnales (cf. 1 Jn 4,
18).
14 La santa obediencia confunde a todas las voluntades corporales y
carnales,
15 Y tiene mortificado su cuerpo para obedecer al espíritu y para
obedecer a su hermano,
16 Y está sujeto y sometido a todos los hombres
que hay en el mundo,
17 Y no únicamente a solos los hombres, sino también
a todas las bestias y fieras,
18 para que puedan hacer de él todo lo que
quieran, en la medida en que les fuere dado desde arriba por el Señor (cf. Jn
19,11).
Proclama mi alma la
grandeza del Señor, porque ha mirado la humildad de
su esclava.