Liturgia
Catequesis
Católica
index catequesis
EL POR QUÉ DEL CULTO A LA SANTA FAZ
El culto a la
Santa Faz, tiene un triple fin:
primero, hacer que crezca de día en día en la mente de los
fieles el recuerdo de la Pasión del Salvador; segundo, excitar en sus corazones
un intenso dolor de los pecados; tercero, encender en sus almas un ardiente
deseo de reparar las injurias inferidas a la Divina Majestad.
Esta tierna
devoción, que según la tradición parece haber instituido el mismo Señor, el día
de su muerte, imprimiendo milagrosamente su Efigie ensangrentada en el velo de
la Verónica, ha sido conocida y practicada siempre en la Iglesia Católica. El
santo sudario es venerado en Roma, con especiales muestras de amor y confianza y
se expone varias veces durante el año al culto público, dándose con él la
bendición solemne a los fieles.
Los Soberanos Pontífices han concedido numerosas
indulgencias a los que visitan devotamente esta insigne reliquia.
Varios
fueron los Santos que se distinguieron por su devoción a la Santa Faz y lograron
por este medio frutos de santidad muy copiosos; entre ellos merecen citarse San
Agustín, San Bernardo, Santa Gertrudis, Santa Matilde y ya más cerca de nosotros
Santa Teresita del Niño Jesús.
Esta devoción ha tomado en estos últimos
tiempos un desarrollo considerable. Es un soplo del Espíritu Santo que parece
pasar sobre todo el universo católico; es un remedio providencial ofrecido al
mundo para combatir los estragos de la impiedad y prevenirnos contra el justo
castigo de nuestros pecados.
Las magníficas y consoladoras promesas de Nuestro Señor, confirmadas por
una feliz experiencia, muestran cuán agradable es a Dios y útil a todos los
cristianos el culto a la Santa Faz. ¡Cuántas luces sobrenaturales, cuántas
conversiones inesperadas, cuántas gracias especiales se han obtenido por este
medio!
Conviene notar que Nuestro Señor en ninguna parte de su sagrado
cuerpo padeció tan malos tratamientos, ultrajes e ignominias como en su Rostro y
que ninguna circunstancia de la Pasión fue tan claramente anunciada por los
profetas, ni tan minuciosamente relatada por los evangelistas. Ciertamente estos
pormenores no han sido consignados en las Escrituras sin un designio particular
de Dios. Ellos nos invitan a dar un lugar preferente a los dolores de la Santa
Faz, cuando meditamos los misterios dolorosos del Redentor.
Cristianos, que
tenéis en gran estima la gloria de Dios y la salvación del prójimo, acudid con
profunda reverencia, rogad con confianza absoluta delante de la Faz dolorosa y
humillada de nuestro Salvador. En reparación de todas las impiedades del mundo,
ofreced al Padre Eterno esta Faz adorable, con sus tristezas, sus lágrimas, sus
cardenales, sus llagas, su sangre y sus afrentas.
De este modo glorificaréis
a Dios, obtendréis la conversión de tus hermanos, contribuiréis poderosamente a
la nueva evangelización y participaréis de las espléndidas recompensas que
ofrece el Señor a los devotos de su Santa Faz.
ACTO DE DESAGRAVIO A NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO
Señor Jesús,
humildemente postrados ante tu presencia, deseamos rendirte el homenaje de
alabanza y amor que Te mereces. Queremos reparar los pecados y blasfemias de
nuestra generación contra ti, Hijo de Dios, y contra el hombre, hijo de Dios por
participación de tu vida. Somos testigos de las monstruosidades que a diario se
comenten y de las consecuencias que traen y pueden traer sobre nuestra sociedad
y nuestras familias.
Vemos a nuestro alrededor cómo la ley de Dios se
menosprecia; la misión de la Iglesia se ignora cuando no se persigue; tu santo
nombre es negado y blasfemado; el culto abandonado. Se persigue lo que es
religioso y los salivazos y bofetadas de tu Pasión se
renuevan en los insultos que se dirigen contra Ti.
Perdónanos Señor por estos crímenes.
¡Ojalá pudiéramos compensarlos con
nuestra súplica fervorosa! Pero también somos pecadores. Sólo podemos ofrecer a
Tu Padre a Ti mismo, que te has dignado ser nuestro abogado y víctima. Padre
celestial, mira la Faz de tu Hijo. Mira las llagas que le desfiguran, las
lágrimas que se escapan de sus ojos amoratados por los golpes, los sudores que
la inundan, la sangre que corre hilo a hilo por sus mejillas tumefactas.
Contempla, Padre nuestro, su invencible paciencia y su inalterable mansedumbre;
su ternura infinita y su bondad misericordiosa, Escucha su grito suplicante
cuando te ruega por los que le maldicen y ultrajan. Muévete a compasión, ten
piedad de nosotros y perdónanos. Haz, en fin, que ante su Divina Faz quienes
creemos y respetamos tu Nombre le amemos más y quienes le ignoran o le odian se
convierta y vivan. Amén.
LETANÍAS A LA SANTA FAZ
Señor, tened piedad
de nosotros./Señor, tened piedad de nosotros. /Cristo, tened
piedad de nosotros./ Cristo, tened piedad de nosotros Señor, tened piedad de
nosotros./Señor, tened piedad de nosotros. Cristo, escúchanos/ Cristo,
escúchanos
(a partir de aquí se responde Ten piedad de nosotros)
-¡Oh
Jesús! cuya Faz adorable fue contemplada con profundo respeto por María y. José,
cuando te vieron por primera vez,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable llenó de
gozo en el establo Belén a los ángeles, a los pastores y a los Magos,
-¡Oh
Jesús! en cuya Faz adorable repararon el santo anciano Simeón y Ana la
profetisa,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable sonrió durante tu santa infancia,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable llenó de admiración
a los doctores de la Ley, cuando fuiste al templo a los doce año
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable
brilló durante su vida mortal con toda la nobleza de su humanidad y la
trascendencia de la divinidad,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable es contemplada
por los Ángeles,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable es venerada de los Santos,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable
es la obra maestra del Espíritu Santo,
-¡Oh
Jesús! cuya Faz adorable fue las delicias de María y José,
-¡Oh Jesús! cuya
Faz adorable es el espejo inefable de las perfecciones divinas,
-¡Oh cuya
Faz adorable posee una belleza siempre antigua y siempre nueva,
-¡Oh Jesús!
cuya Faz adorable aplaca la cólera de Dios,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable
hace temblar a los demonios,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable es tesoro de
inagotables gracias y bendiciones,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable fue
expuesta en el desierto a los rigores de la intemperie,
-¡Oh Jesús! cuya Faz
adorable fue abrasada por los ardores del sol y bañada de sudor en los viajes,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable
tenia una expresión totalmente divina,
-¡Oh
Jesús! cuya Faz adorable llena de modestia y de dulzura, atraía a los justos y a
los pecadores,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable besaba santamente a los niños,
después de haberlos bendecido,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable se turbó y
lloró ante la tumba de Lázaro,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable se tornó
resplandeciente como el sol y radiante de gloria sobre el monte Tabor;
-¡Oh
Jesús! cuya Faz adorable se contristó a la vista de Jerusalén y derramó lágrimas
sobre aquella ciudad ingrata,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable se prosterno en
tierra en el huerto de los Olivos y sintió la confusión de nuestros pecados,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable se
cubrió de sudor de sangre,
-¡Oh Jesús! cuya
Faz adorable fue besada por Judas,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable llenó de
terror a los soldados y los derribó en tierra,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable
fue abofeteada por un infame criado, cubierta con velo de ignominia y profanada
por las manos sacrílegas de tus enemigos,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable fue
escupida y maltratada con tantos bofetones y golpes,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable hirió con su divina mirada el corazón
el San Pedro, con dardo de dolor y de amor,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable
fue humillada por nosotros en los tribunales de Jerusalén,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable conservó su
serenidad cuando Pilatos
pronunció la injusta sentencia,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable cubierta de
sudor y de sangre, cayó en el lodo bajo el enorme peso de la cruz,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable merece todos nuestros respetos,
nuestros homenajes y nuestras adoraciones,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable fue
enjugada con un sudario por la piadosa Verónica, en el camino del Calvario,
-¡Oh Jesús! cuya, Faz adorable fue
coronada de espinas,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable derramó lágrimas de sangre,
-¡Oh
Jesús! cuya Faz adorable tuvo la divina boca amargada con hiel y vinagre,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable tuvo
los cabellos y la barba arrancados
por los verdugos,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable llegó a parecerse a la de un
leproso,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable se escureció con la horrenda nube de
los pecados del mundo,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable se cubrió con las
tristes sombras de la muerte,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable fue lavada y
perfumada por María y las santas mujeres y cubierta con un sudario,
-¡Oh
Jesús! cuya Faz adorable fue encerrada en el sepulcro,
-¡Oh Jesús! cuya Faz
adorable apareció toda resplandeciente de gloria y de hermosura el día de la
Resurrección,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable estuvo deslumbrante el día feliz
de la Ascensión,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable está oculta en la Eucaristía,
-¡Oh Jesús! cuya Faz
adorable aparecerá al fin de los tiempos con gran poder y
majestad,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable hará temblar a los pecadores,
-¡Oh Jesús! cuya Faz adorable llenará a los justos de alegría por toda la
eternidad,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo/ perdónanos,
Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo/escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas
los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
ORACION
Te rogamos, Señor,
por medio del
Corazón Inmaculado de María, que por la virtud de tu Santa Faz, repares y
restaures en mí y en todos los hombres tu imagen desfigurada por el pecado.
Amén
ALABANZAS A LA SANTA FAZ
Que Jesús
sea bendito.
Bendita sea la Santa Faz de
Jesús.
Bendita sea la Santa Faz en la majestad de sus rasgos celestiales.
Bendita sea la Santa Faz en
todas las palabras salidas de su divina boca.
Bendita sea la Santa Faz en todas las miradas de sus ojos.
Bendita
sea la Santa Faz en la Transfiguración del Tabor.
Bendita sea la anta Faz en
las fatigas de su apostolado.
Bendita sea la Santa Faz en el sudor de sangre
de su agonía.
Bendita sea la Santa Faz en las humillaciones de la Pasión.
Bendita sea la Santa Faz en
los dolores de la muerte.
Bendita sea la Santa
Faz en la gloria de la Resurrección.
Bendita sea la Santa Faz en los
esplendores de la luz eterna.
ALABANZAS
ALTERNADAS A LA SANTA FAZ
¡Que el Nombre adorabilísimo del Señor sea glorificado por todos
los
siglos!
¡Que el Nombre adorabilísimo del Señor sea glorificado por todos los
siglos!
¡Que el santo día del Señor sea santificado por todos los hombres!
¡Que el santo día del Señor
sea santificado por todos los hombres !
¡Que la
Santa Faz de Jesús sea amada por todos los corazones!
¡Que la Santa Paz de
Jesús sea amada por todos los corazones!
¡Que la santa Iglesia, nuestra
madre, sea exaltada en toda la tierra!
¡Que la santa Iglesia, nuestra madre,
sea exaltada en toda la tierra!
¡Que nuestro santo Padre, el Papa, sea
venerado por todos los pueblos!
¡Qué nuestro santo Padre, el Papa, sea
venerado por todos los pueblos!
Señor, mostrad tu Faz y seremos salvos.
Señor, mostrad tu Faz y seremos
salvos.
¡Así sea! ¡Así sea!
¡Así
sea!¡Así sea!
ORACION DE SANTA TERESITA A LA
SANTA FAZ
¡Faz adorable de Jesús. única hermosura que arrebata
mi corazón! Dígnate imprimir en mí tu divina semejanza, para que no puedas mirar
el alma de tu pequeñita esposa sin mirarte a ti mismo. ¡Oh Amado mío! Por tu
amor acepto no ver aquí abajo la blandura de tu mirada ni sentir el inefable
beso de tus labios, pero te suplico que me abrases con tu amor, el cual me
consuma rápidamente y conduzca pronto a tu presencia.
Vivir de amor es
enjugar tu Rostro e implorar el perdón de los pecadores. ¡Oh, cuántas gracias he
recibido, durante mi vida, de esta Santa Faz!
Santa Teresa de la
Santa Faz
ORACIÓN DE S. S. PIO IX
¡Oh
Jesús mío! miradnos con ojos de compasión; volved tu Rostro hacia cada uno
de nosotros como lo hiciste con la Verónica, no para que te veamos con los ojos
corporales, pues no lo merecemos, mas volvedlo hacia nuestros corazones, a fin
de que acordándonos de Ti, podamos siempre sacar de este manantial de pureza el
vigor necesario para librar los combates que debemos aún
sostener.
ACTO DE ADMIRACION CONTEMPLANDO LA SANTA FAZ
¡Oh Señor! ¿por qué has impreso tu Santa Faz, tal como la
teníais en el triste y lastimoso estado de tu Pasión? ¿Por qué no la has pintado
con esos rasgos encantadores que robaban los corazones, o con el radiante
esplendor que tenía sobre el Tabor, el día de tu gloriosa Transfiguración?
Parece que tu admirable hermosura nos habría causado mayor encanto y amor hacia
Ti y que habría inspirado mas respeto la majestad de tu Rostro. ¿No habría
tenido tu augusta frente más gracia, adornada con corona de luz, o con preciosa
diadema, que bajo un tejido de erizadas espinas?
Pero no ¡divino Salvador!
tu Faz resplandeciente de gloria está reservada para ser eternamente la causa de
la alegría de los bienaventurados habitantes del Paraíso, mientras que tu Rostro
desfigurado por las ignominias de la Pasión debe ser el objeto ordinario de
nuestra veneración aquí abajo, y el modelo que debemos imitar. Sabemos por
experiencia cotidiana que esta devoción es muy eficaz para encender tu amor en
nuestros corazones, para animarnos a la práctica de todas las virtudes, y para
hacernos evitar el pecado. Concedednos, pues, la gracia ¡oh amable Salvador! de.
compartir de tal manera tus sufrimientos sobre la tierra, que merezcamos
participar un día de tu triunfo en el cielo. Amén.
MEDITACIONES SOBRE LA SANTA FAZ PARA LOS DIAS
DE REPARACION
PRIMERA MEDITACIÓN
LA PRIMERA
MIRADA DE LA SANTA FAZ
Evocación.
Portal de Belén. Nacimiento de
Jesús.
Lección.
No se puede con palabras explicar, ni con entendimiento
humano comprender el gozo que la purísima Virgen tuvo en aquel punto, y la
admiración y estupor que le causó ver al que sabía era verdadero Dios, tan
abatido y humillado; y postrándose delante de El, con profundísima reverencia,
dicen que dijo: -Bienvenido seáis venido, mi Dios y mi Señor y mi Hijo; y así le
adoró y besó los pies como a Dios, la mano como a su Señor, y el Rostro como a
su Hijo.(Fr. L. de Granada, Meditaciones).
Meditación.
iFaz adorable de
Jesús recién nacido! Al sentir aquel virginal beso de la más pura y más santa de
todas las madres, tus ojos debieron de mirarse en los suyos; y aquella tu
primera mirada penetraría hasta el Inmaculado Corazón de María, y quedaría allí
prendida como preciosísima joya. Mas aquella tu primera mirada iluminó el
misterio grandioso de nuestra Redención, en cuyo maravilloso cuadro estaba yo,
pues el Hijo de Dios se ofreció al Padre, como víctima, por todos y cada uno de
los hombres, teniéndonos a todos presentes en su mente. Aquellos primeros
destellos, ¡Faz amable!, aquellos fulgores de tu primera mirada, envolvieron,
pues, a mi alma y penetraron en ella, manifestándose en el bautismo como llama
de la divina gracia. Y yo, ¡Faz sagrada!, ahogué con mis pecados aquella llama
de tu gracia.
Súplica.
¡Faz adorable de Jesús recién nacido! Derrama
sobre mi alma siquiera un pálido rayo de la divina luz de tu mirada
misericordiosa, para que, por la penitencia, le sea devuelta aquella perdida
gracia.
SEGUNDA MEDITACIÓN
LA SANTA FAZ DA GLORIA A DIOS
Evocación.
En
aquella noche un ángel se apareció a unos pastores que velaban junto a sus
rebaños.
Lección.
"Díjoles entonces el ángel: -No temáis, pues vengo a
darte una noticia de grandísimo gozo para todo el pueblo. Y es que hoy te ha
nacido en la ciudad de David el Salvador, que es el Cristo, el Señor...
Vinieron, pues, a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño reclinado
en un pesebre. Y viéndole, se convencieron de cuanto se les había dicho de este
Niño; y todos los que supieron el suceso se maravillaron de lo que los pastores
les habían contado." (Luc., II, 8-20.) Meditación. ¡Faz adorable de Jesús en el
pesebre! Con sólo contemplarte unos instantes, aquellos pastores se convencieron
de que, tal como se lo había dicho el ángel, hallábanse ante el Salvador, el
Cristo y el Señor. ¿Con qué celestial sonrisa les miraste, para que se
maravillaran todos los que les oyeron referir el suceso? Todo en el universo da
gloria a Dios: el cielo con sus millones de refulgentes astros, y la tierra con
toda la hermosura de la naturaleza. Ti mismo, Jesús mío, viniste al mundo para
dar gloria al Eterno Padre con el misterio de nuestra redención. Por esto los
ángeles se presentaron a aquellas rústicas gentes entonando "¡Gloria a Dios en
las alturas!..." Y tu Rostro adorable, Redentor mío, ante aquellos pastores
glorificó a Dios. Y ¿qué hago yo para dar gloria a Dios?
Súplica.
¡Faz
adorable de Jesús! Cuando el Todopoderoso tenga a bien llamar a mi alma,
otórgame una sonrisa como aquella que convenció a los pastores de que aquel Niño
era el Salvador, el Cristo y el Señor.
TERCERA
MEDITACIÓN
LA SANTA FAZ, REVELACION DEL ESPIRITU SANTO
Evocación.
Jesús en brazos de
su Madre entra por primera vez en el templo.
Lección.
"Había por entonces en Jerusalén un hombre justo y
temeroso
del Señor, llamado Simeón, el cual esperaba la consolación de Israel; y el
Espíritu Santo moraba en él. El Espíritu Santo le había revelado que no había de
morir antes de ver al Cristo del Señor. Así vino por su inspiración al templo. Y
al entrar con el Niño Jesús sus padres, para practicar con él lo prescrito por
la Ley, tomando Simeón en sus brazos al Niño, bendijo a Dios diciendo: -Ahora,
Señor, sacas en paz de este mundo a tu siervo según tu promesa, porque mis ojos
han visto al Salvador que nos has dado..."(Luc., 11, 22 - 30).
Meditación.
¡Faz adorable de Jesús! El
Espíritu Santo moraba en Simeón, y así, inspirado por
El, fué al templo; y llegando hasta tu presencia, en unos instantes de
arrobamiento bendijo a Dios por haberle concedido merced tan grande, como otra
igual no podía esperar ya acá en la tierra. También llevo yo conmigo al Espíritu
Santo; lo recibí con el sacramento del bautismo, y mi cuerpo es templo suyo,
donde El habita. Y con todo, no oigo la inspiración suya, como la oyó Simeón,
que me lleve a encontrar eficazmente al Salvador. ¿Será, quizá, que mi alma está
sorda? ¿Es que el torbellino del mundo la aturde y la turba?
Súplica
¡Faz
adorable de Jesús! Atrae hacia Ti mi alma, por la fuerza de la fe, para que te
adore y te bendiga por todo el resto de mi vida, y te pueda contemplar con todo
tu divino esplendor y adorarte eternamente en el cielo.
CUARTA MEDITACIÓN
LA SANTA FAZ, INCOMPRENDIDA
Evocación.
José y María han
perdido al Niño Jesús.
Lección.
"Y al cabo de
tres días le hallaron en el templo, sentado entre los doctores... Y al verle,
sus padres quedaron maravillados; y su madre le dijo: -¡Hijo! ¿Por qué te has
portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo, llenos de aflicción, te hemos
andado buscando. Y él les respondió: -¿Cómo es que me buscabais? ¿No sabíais que
yo debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre? Mas ellos no
comprendieron el sentido de tal respuesta."(Luc., 11, 46-50.)
Meditación.
¡Faz adorable de Jesús! El
Inmaculado Corazón de María, aun estando toda ella
llena de gracia, no pudo penetrar el misterio de que ocultabas tras tu Rostro de
niño, al quedarte en Jerusalén sin su conocimiento, y así no comprendió el
sentido de aquellas palabras. Distraída mi alma en el camino de la vida, donde
no faltan visualidades atractivas ni voces gratas a nuestros oídos, en más de
una ocasión se había dado cuenta de que Tu, Señor. no estabas a su lado; de que
sus oraciones brotaban de sus labios frías y marchitas; de que sus momentos
eucarísticos eran como cauces pedregosos de arroyos sin una gota de agua; y el
desconsuelo amenazaba adueñarse de ella. Mas cerrando los ojos y dejándose
conducir por el amor, te ha hallado de nuevo.
Súplica.
iFaz adorable de
Jesús! Que el amor no se apague jamás en mi corazón, para que su llama me
ilumine en los momentos de oscuridad que tengáis a bien hacerme pasar.
QUINTA
MEDITACION
A LOS PIES DE JESÚS
Evocación.
Comiendo Jesús en casa de Simón,
Magdalena cae a sus pies y se los
riega con sus lágrimas.
Lección.
"Y volviéndose a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta
mujer? He entrado en tu casa, y no me has dado agua a los pies; mas ésta me los
ha regado con lágrimas, y me los ha enjugado con sus cabellos. No me has dado el
ósculo, pero ésta, desde que ha entrado, no ha cesado de besar mis pies. No has
ungido mi cabeza con óleo, y esta mujer ha ungido mis pies con sus perfumes. Por
lo cual te digo que se le perdonan sus muchos pecados, porque ha amado mucho,
porque aquel a quien se perdona menos, ama menos... En seguida dijo a la mujer:
-Perdonados te son tus pecados... Tu fe te ha salvado. Vete en paz."(Luc., VII,
44 - 50.)
Meditación.
iFaz adorable de Jesús! Magdalena, arrepentida, amó
mucho al Maestro. Tanto hubo de amarle que, sacrificándolo todo y aguantando las
miradas burlonas y los comentarios maliciosos de los que habían sido los
componentes de su cortejo, penetró en la casa de Simón, y arrojándose a los pies
del Maestro, se los bañó con lágrimas de dolor, se los besó reverentemente, se
los enjugó con su cabellera, y derramó sobre ellos el perfume de un precioso
frasco. Con ello mereció, iOh divino Rostro del Salvador!, que, lejos de apartar
de ella tus ojos con repulsión o con menosprecio, la mirases con toda la
misericordia de tu corazón, y le fuesen perdonados sus pecados.
Súplica.
¡Faz adorable de Jesús! Mi
alma, dolorida y arrepentida, se postra ante Ti. en
súplica de que te dignéis inclinar hacia ella tus dulcísimos ojos, y le
otorguéis, con tu misericordiosa mirada, el perdón de sus pecados.
SEXTA
MEDITACION
LA SANTA FAZ ESPLENDOROSA
Evocación.
Jesús da una muestra de su
dignidad a sus discípulos predilectos.
lección.
"Seis días después, tomó Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a Juan,
su hermano; y subiendo con ellos solos a un alto monte, se transfiguró en su
presencia, de modo que su Rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus
vestidos, blancos como la nieve. Y al mismo tiempo se les aparecieron Moisés y
Elías conversando con él. Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús:
-Señor, bien será que nos quedemos aquí; si te parece levantaremos tres tiendas:
una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Y estando todavía hablando
Pedro, una nube resplandeciente vino a cubrirlos, y al mismo instante resonó
desde la nube una voz que decía: -Este es mi Hijo muy amado, en el cual tengo
todas mis complacencias escuchadle.
Meditación.
¡Faz adorable de Jesús!
Al contemplarte Pedro transfigurada, reflejando el sol de tu divinidad, juzgó
que ya nada más hermoso y sublime podía deleitar su vista, ni otro más delicioso
bienestar podía experimentar, su alma; y en un arranque de su impetuosa
ingenuidad, propuso que permanecieses allí indefinidamente. Pero el eco de
aquellas palabras del Omnipotente, que vinieron a cortar las de Pedro, resuena y
resonará eternamente en el fondo de todas las almas. Aquel Hijo muy amado es
Jesús, mi Señor y mi Dios; mi Salvador; mi guía y mi consuelo. Y, sin embargo,
¿tengo en El puestas todas mis complacencias? ¿No tengo otras cosas que me
complacen más? ¿No escucho con preferencia otras voces, en vez de escuchar la
suya?
Súplica.
¡Faz adorable de Jesús! Déjame vislumbrar al menos un
débil rayo de tu esplendor glorioso, para que, deslumbrada y absorta mi alma, es
diga como Pedro: ¡Qué bien se está aquí! Quedémonos, Señor.
SEPTIMA
MEDITACIÓN
EL BESO TRAIDOR
Evocación.
El beso de Judas. Terminada su oración en el
huerto, Jesús, al ver llegar la turba que va a prenderle, despierta a los
Apóstoles.
Lección,
Cuando aun estaba Jesús hablando, llegó Judas
Iscariote, uno de los doce, y, acercándose a su Maestro, le dijo: -¡Salve,
Maestro! Y te dió un beso." Jesús no hizo siquiera ademán de retirar su rostro;
y no sólo soportó con humildad la injuria de aquel beso infame, sino que, en un
destello de su infinita bondad, le dijo a Judas: -Amigo, ¿a qué has venido? ¿Con
un beso entregas al Hijo del Hombre!"(P. Vilariño, S. J., .Vida de N. S. J.»
Meditación.
iFaz adorable de
Jesús! El beso de Judas fue el primero y el
mayor de los ultrajes que se te infirieron. Las manchas de sangre y de polvo,
los salivazos y las bofetadas que luego te enturbiaron y desfiguraron, eran las
huellas del odio de tus implacables enemigos; pero aquel beso fué el sello de la
venta del Hijo de Dios por un puñado de monedas. Y, sin embargo, Jesús mío,
permitiste que Judas juntara su rostro al tu y le manchara con sus inmundos
labios. Y es que tu misericordia es tan grande y tu amor tan ardiente, que bien
puedo suponer que llamaste amigo al que te iba a entregar a los esbirros, y le
permitiste que te besara, con el intento de despertar el amor en su corazón, y
darle ocasión de aproximarse al tuyo, para que pudiese así escuchar sus amorosos
latidos. Pero el Iscariote cerró sus oídos. Por la Eucaristía viene tu corazón,
no sólo a aproximarse al mío, sino a fundirse en él; y verdad es, Señor, que los
latidos del mío por las cosas del mundo, me impiden oír los del tuyo.
Súplica.
iFaz adorable de Jesús!
Permíteme que reverentemente bese yo tu
angustiada frente.
OCTAVA MEDITACIÓN
LA
VERÓNICA
Evocación.
Camino del Calvario.
Fatigado y sudoroso, Jesús se detiene unos instantes.
Lección. "Esta fué
buena ocasión para que una piadosa mujer, llamada Verónica, viéndole el Rostro
tan escurecido con la sangre mezclada con el sudor, se llegara, sin que nadie se
lo estorbase, con toda reverencia y compasión, a limpiárselo con un lienzo
blanco de tres dobleces que traía; y en todas tres, con particular milagro,
quedó impreso y señalado el Rostro divino del Salvador; dejándole el Señor este
regalo en pago del que de ella recibía."(P. L. de la Palma, S. J., -La Sagrada
Pasión).
Meditación.
iFaz adorable de Jesús! Al estamparte por tres veces
en el lienzo de Verónica, le probaste, por tres veces también, tu agradecimiento
y tu amor. Podías, Jesús mío, haber dejado en el lienzo de Verónica impresa tu
Faz radiante y gloriosa, como se la mostraste a aquellos tres discípulos en el
Tabor; o, al menos, podías haber estampado los rasgos de amor y de complacencia
que debieron destacarse en tu semblante en el milagro de la multiplicación de
los panes, realizado por dos veces, como demostración de lo que te agrada velar
por aquellos que sólo en Ti confían y a Ti se entregan. Pero quisiste dejarnos
tu Faz angustiada, ultrajada y manchada, para que no olvidemos nunca el precio
de nuestra redención. Y, sin embargo, ¡cuántas veces se borra de mi mente tu Faz
de angustia y de tristeza, para no ver sino lo que el mundo engañoso pone ante
mis ojos!
Súplica.
iFaz adorable de Jesús! Deja que
con el triple lienzo de mis oraciones, de mis
pensamientos y de mis actos de reparación, acuda a enjugarte, y quede tu
imagen eternamente estampada en las tres potencias de mi alma: en mi memoria, en
mi entendimiento y en mi voluntad.
NOVENA MEDITACION
SU ÚLTIMA PALABRA
Evocación.
Cumbre del Gólgota. .Jesucristo, clavado en la cruz, agoniza.
Lección.
"Viéronle entonces que, afirmándose en la cruz, levantó
su frente al cielo, abrió sus ojos serenos, sonrió lleno de confianza, y no como
quien muere, sino como quiten sale a su triunfo; no como quien se rinde a la
muerte, sino como quien es dueño de la muerte y de la vida, dio un tremendo
grito, que resonó en todo el Calvario, y dijo: -¡Padre!, en tus manos encomiendo
mi espíritu. Inclinó entonces la cabeza, y murió” P. Vilariño, S. J.-Vida de N.
S. J.)
Meditación.
¡Faz adorable de Jesús! Adorable eres de un modo
especial en aquel supremo instante en que, alzada la frente al cielo y abiertos
los ojos, con una sonrisa que debió de ser un destello de tu gozo al dar fin a
la incomprensible obra de nuestra redención, pusiste tu alma en manos del Eterno
Padre. Agobiado bajo el peso de todos los pecados de los hombres, contándose los
míos entre ellos, te sentiste, Jesús mío, por un momento, desamparado, como el
samaritano maltrecho tendido al borde del camino. Mas pronto tu Divinidad dejó
sentir de nuevo su omnipotencia; y haciendo un último esfuerzo tu naturaleza
humana agonizante, diste patente prueba de absoluta e inconmovible confianza en
el Eterno Padre, poniendo tu alma en sus manos. ¡Cuántas veces, Dios mío, mi
alma se ha sentido también desamparada!
Súplica.
¡Faz adorable de Jesús!
Que de mi corazón salga una real y firme entrega en las manos del Omnipotente;
un abandono de todo lo que no sea agradarte y glorificarte ahora y siempre, para
poderte poseer por toda la eternidad.
DÉCIMA
MEDITACIÓN-
JUNTASE ROSTRO CON ROSTRO
Evocación.
Descenso
de la cruz. María recibe en su regazo el cuerpo examine de Jesús.
Lección.
"Cuando la Virgen tuvo a su Hijo en sus brazos, ¿qué lengua podrá
explicar lo que sintió?... Se abrazó la Madre con aquel cuerpo despedazado y le
apretó fuertemente en su pecho; sólo para esto le quedaban fuerzas. Mete su cara
entre las espinas de la sagrada cabeza; juntase rostro con rostro; tiñese la
cara de la Madre con la sangre del Hijo, y se riega la del Hijo con las lágrimas
de la Madre. ¡Dulce Madre! Ya no te aprovecha mirarle a la cara, porque sus ojos
han perdido la luz..." (Fr. L. de Granada, Meditaciones)
Meditación.
¡Faz
adorable de Jesús! Tu Madre, con sus lágrimas, te limpió y te dejó tan pura como
cuando te dió el primer beso allá en el portal de Belén. María fue, pues, quien
realizó el más grande y más completo acto de reparación. En el esplendoroso
trono de su regazo fuiste recibido, Jesús mío, como Príncipe que vuelve
victorioso y lleno de gloria. De los brazos de la cruz, donde alcanzaste la
victoria contra el pecado v la muerte de las almas, pasaste a los de tu
Santísima Madre. Su rostro, bañado en lágrimas, se juntó con el tuyo
ensangrentado, manchado y empalidecido por la muerte y un beso de maternal y
reverente amor los hizo resplandecer a los dos, pues la victoria del Hijo
Redentor del mundo era la gloria de la madre, consagrada por el mismo Hijo como
mediadora y abogada, como Madre también de todos los hombres.
Súplica.
¡Adorable Jesús! Que por
conducto de nuestra Madre la Santísima Virgen suban
mis lágrimas de dolor para limpiarte de tantas manchas como te enturbian, y mis
oraciones lleguen al trono del Altísimo en súplica de la conversión y del perdón
de los blasfemos.
UNDÉCIMA MEDITACIÓN
LA SANTA FAZ NO ES RECONOCIDA
Evocación.
Caída
de la tarde del domingo de Resurrección.
Lección.
"En este mismo día, dos
de los discípulos iban a una aldea llamada Emaús... Y mientras iban conversando
entre sí, Jesús, acercándoseles, caminaba con ellos; mas sus ojos estaban como
deslumbrados para que no le reconocieran... En esto llegaron cerca de la aldea
adonde iban, y él hizo ademán de seguir adelante. Mas le detuvieron por la
fuerza, diciéndole: -Quédate con nosotros, porque ya es tarde, y el día va ya de
caída. Entró, pues, con ellos. y estando junto a la mesa, tomo el pan, lo
bendijo y, habiéndolo partido, se lo dió. Con lo cual se les abrieron los ojos y
le conocieron. Mas el desapareció de su vista." (Luc., XXIV; 13 - 15.)
Meditación.
¡Faz adorable de
Jesús! No quisiste ser reconocida por
aquellos discípulos hasta que llegó el momento de partir el pan, que fue
recordarles el Sacramento Eucarístico. Y es que amas tanto a los hombres, Jesús
mío, que se diría que no sabes apartarte de nosotros. Apenas resucitado, te
apresuraste a ir en busca de aquellos que eran tus seres más queridos. A la
Santísima Virgen, a María Magdalena, a las mujeres que la acompañaban, a Pedro y
a aquellos discípulos que caminaban hacia Emaús. Y para no apartarte de
nosotros, obraste el mayor y más estupendo de los milagros en la cena con que te
despediste de tus Apóstoles. Permaneces en el sagrario, que es permanecer entre
nosotros, y permaneces oculto para no deslumbrarnos. En cambio, nosotros nos
apartamos de Ti, atraídos por el mundo y por nuestro amor propio.
Súplica.
iFaz adorable de Jesús! Por cuanto muchas veces has
caminado junto a mí por el camino de la vida, y no te he reconocido, te suplico
que, partiendo y ofreciéndome el pan de tus amarguras, te reconozca y te ame.
DUOCÉCIMA MEDITACIÓN
OCASO Y AURORA DE LA SANTA
FAZ
Evocación.
Monte Olivete. Jesús rodeado por su Madre,
sus Apóstoles y sus discípulos.
Lección.
"Y levantando las manos, les
echo su bendición. Y mientras los bendecía, se fue elevando a la vista de ellos
por los aíres, hasta que una nube lo cubrió a sus ojos. Estando atentos a mirar
como iba subiendo, he aquí que aparecieron dos personajes con vestiduras
blancas, los cuales les dijeron: Varones de Galilea, ¿por qué estáis mirando al
cielo? Ese Jesús, que, separándose de vosotros, se ha subido al cielo, volverá
de la misma forma que le acabáis de ver subir allá." (Act., 1, 3-12; Luc., XXIV;
50-53.)
Meditación.
¡Faz adorable de Jesús! Maravillados del prodigioso
espectáculo de la Ascensión del Maestro al cielo, los Apóstoles quedaron
atónitos y extasiados, contemplando cómo aquel Rostro deslumbrante se iba
alejando. También tu divino Rostro, Jesús mío, se esfuma, se aleja de mí y se
oculta tras las nubes de mi amor propio, de mi orgullo o de mi falta de caridad.
Mas yo sé que ese mismo Jesús cuyo rostro he visto desaparecer, volverá un día
para pedirme estrecha cuenta de mis actos, de mis palabras y de mis
pensamientos; de cómo he empleado las facultades que me ha dado a título de
depósito; de cómo he cumplido sus preceptos; de cómo le he amado a El, y cómo he
amado a mi prójimo; de qué he hecho para corresponder a lo que El hizo por mí; y
de cuántas gotas de sudor y de sangre he enjugado de su angustioso rostro.
Súplica.
¡Faz adorable de
Jesús! Yo creo firmemente que del mismo
modo que, como el sol en su ocaso, te ocultaste para los hombres, lo mismo que
el sol también volverás a amanecer tras una esplendorosa aurora, para juzgarnos;
y por los méritos de tu preciosa sangre, confío en tu misericordia divina para
salvar mi alma.
TRIDUO A LA
SANTA FAZ
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
SSeñor mío,
Dios mío y Jesús mío; te llamo de este modo, que mucho
ha de complacerte, pues fue como únicamente tu Madre la Santísima Virgen debió
de llamarte, desde que el Ángel le anunció el misterio de tu encarnación, hasta
que exhalaste el último suspiro en la cruz; y te ruego que inclines hacia mí tu
amable Rostro para que, postrándome ante él, le invoque con estas palabras que
salen de mi corazón: ¡Faz amable l ¡Faz adorable! Yo te veo entristecida y
apenada por la ingratitud de los hombres, que te insultaron y te escarnecieron;
te escupieron y te coronaron de espinas, porque les predicaste la doctrina del
amor, y te ofreciste al Eterno Padre por su redención. Te veo enturbiada y
manchada por el sudor, la sangre, el polvo y los salivazos; y al impulso de mi
corazón, corro, como corrió Verónica, a enjugarte y a limpiarte con el lienzo de
mis oraciones y de mis escasas virtudes. Faz santísima, que tu imagen quede
impresa, esculpida en mi corazón para siempre, a fin de que jamás deje de
contemplarte y de adorarte. Y Tú, Dios Todopoderoso, concédeme la salvación de
mi alma, y la gracia que te pido en este triduo. AMÉN
DIA PRIMERO EN EL
CENÁCULO
PPartiendo un pan con tus divinas manos, Señor, lo
distribuiste entre tus discípulos diciéndoles: "Tomad y comed. Esto es mi
Cuerpo". Y así se realizó el más grandioso de los milagros que has hecho en la
Iglesia. Al pronunciar aquellas sencillas palabras, tu rostro, Señor, debió de
iluminarse con un raudal de luz divina, de la luz irradiada por el Todopoderoso,
en su gozo sobrenatural de verse glorificado por su Hijo, en un acto que tan
sólo su infinita inteligencia podía concebir, y únicamente su omnipotencia era
capaz de realizar.¡Qué grandiosidad y qué sublimidad se descubren en el
Sacramento de la Eucaristía! Y el amor, sólo el amor desbordando de tu corazón,
Jesús mío, fué el inspirador de aquel estupendo prodigio que "con gran anhelo"
deseabais realizar. Señor, yo no soy digno; pero con una palabra nada más,
salida de tus divinos labios, con una palabra de perdón, que yo te imploro, será
purificada mi alma. Amén.
PETICION.-Tres Padrenuestros en honor de la santa
Faz.
Jaculatoria: ¡Muéstranos, Señor, tu Faz, y seremos salvos!
ORACIÓN FINAL
Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y
Espíritu Santo; por aquel primer acto de reparación realizado por Verónica en el
rostro de nuestro Redentor, y por todos cuantos recibe la Santa Faz, de los que
la veneramos y adoramos, otórganos el perdón de nuestros pecados, y el gozo de
contemplarla eternamente en lo(lo su celestial esplendor. Amén.
DIA SEGUNDO Oración (como el primer día).
VVERÓNICA
Benditos mil veces los llantos de Verónica. Movidos por el amor
hacia Ti, Jesús mío, amor que floreció en el corazón de aquella santa mujer,
ellas cubrieron reverentemente con un velo tu serenísimo Rostro, para enjugar el
sudor y la sangre que lo bañaban, y para limpiarlo del polvo y de las
inmundicias que lo ensombrecían y lo manchaban. Por el tacto de sus manos, como
los ciegos, el alma de Verónica, ciega de amor por Ti, Señor, percibió
perfectamente la imagen de tu divino rostro; y así como quedó estampada en los
tres pliegues del velo, quedó también impresa para siempre tu Santa Faz en su
alma. Dios mío, puesto que mis manos no merecen el favor que otorgaste a las de
Verónica, hacedme la merced de infundir en mí un ferviente espíritu de
reparación, que jamás se extinga ni se entibie. Amén.
PETICION Y ORACIÓN
FINAL(como el primer día)
DIA TERCERO
Oración (como el primer día).
JESÚS RECIBE
LA CRUZ
Tu naturaleza humana, Jesús mío, pudo nublar y entristecer tu
serenísimo Rostro, cuando pusieron en tus manos el madero de nuestra redención.
También se había entristecido con tristeza de agonía y de muerte, al hallarte
solo con tus tres discípulos entre los olivos de Getsemaní. Pero, a la vista de
la cruz, tu divinidad hizo que, en el mismo instante resplandeciera en tu Santa
Faz un gozo inefable. Sabías que ibas a dar comienzo al último y más acerbo de
los actos de reparación por nuestros pecados. En tu mente estaban grabadas las
palabras imponiendo la obligación de tomar su cruz a los que quieran seguirte. Y
así tomaste tu la que te presentaba el verdugo; te abrazaste a ella, y la
cargaste sobre tus hombros.¡Oh Jesús mío! ¡Cuán mezquinos, cuán insignificantes
veo ahora los sacrificios, las mortificaciones y las renuncias que yo he
escogido para ofrecértelas en actos de reparación! Sed tu, Señor, en adelante,
quien me las imponga. Quiero recibir mi cruz de tus manos.
Amén.
Dios te salve Santa María de Guadalupe llena eres de
gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito
es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por
nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén
Cristiano Católico
21-01-2013