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San Juan de Capistrano


23 de octubre

San Juan de Capistrano

Presbítero

Nació en Capistrano, en la región de los Abruzos, el año 1386. Estudió derecho en Perusa y ejerció por un tiempo el cargo de juez. Ingresó en la Orden de los Frailes Menores y, ordenado sacerdote, ejerció incansablemente el apostolado por toda Europa, trabajando en la reforma de costumbres y en la lucha contra las herejías. Murió en Ilok (Austria) el año 1456.

La vida de los clérigos virtuosos ilumina y serena

Del tratado Espejo de los clérigos, de san Juan de Capistrano, presbítero

Los que han sido llamados a ministrar en la mesa del Señor deben brillar por el ejemplo de una vida loable y recta, en la que no se halle mancha ni suciedad alguna de pecado. Viviendo honorablemente como sal de la tierra, para sí mismos y para los demás, e iluminando a todos con el resplandor de su conducta, como luz que son del mundo, deben tener presente la solemne advertencia del sublime maestro Cristo Jesús, dirigida no solo a los apóstoles y discípulos, sino también a todos sus sucesores, presbíteros y clérigos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.


En verdad es pisado por la gente, como barro despreciable, el clero inmundo y sucio, impregnado de la sordidez de sus vicios y envuelto en las cadenas de sus pecados, considerado inútil para sí y para los demás; porque, como dice san Gregorio: «De aquel cuya vida está desprestigiada queda también desprestigiada la predicación».


Los presbíteros que dirigen bien merecen doble honorario, sobre todo los que se atarean predicando y enseñando. En efecto, los presbíteros que se comportan con dignidad son acreedores a un doble honorario, material y personal, o sea, temporal y a la vez espiritual, que es lo mismo que decir transitorio y eterno al mismo tiempo; pues, aunque viven en la tierra sujeta a las limitaciones naturales con los demás mortales, su anhelo tiende a la convivencia con los ángeles en el cielo, para ser agradables al Rey, con prudentes ministros suyos. Por lo cual, como un sol que nace para el mundo desde las alturas donde habita Dios, alumbre la luz del clero a los hombres, para que vean, sus buenas obras y den gloria al Padre que está en el cielo.


Vosotros sois la luz del mundo. Pues, así como la luz no se ilumina a sí misma, sino que con sus rayos llena de resplandor todo lo que está a su alrededor, así también la vida luminosa de los clérigos virtuosos y justos ilumina y serena, con el fulgor de su santidad, a todos los que la observan. Por consiguiente, el que está puesto al cuidado de los demás debe mostrar en sí mismo cómo deben conducirse los otros en la casa de Dios.


Oración
Oh Dios, que suscitaste a san Juan de Capistrano para confortar a tu pueblo en las adversidades, te rogamos humildemente que reafirmes nuestra confianza en tu protección y conserves en paz a tu Iglesia.
Por nuestro Señor Jesucristo.






♥ Santísimo Sacramento.
Sea siempre bendito, adorado, amado, alabado y reverenciado el Santísimo Sacramento del Altar en todos los Sagrarios del mundo.
Amén.

♥ ¡Ave María Purísima!
Bendita sea por siempre La Santa e Inmaculada Concepción de La Bienaventurada siempre, Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra.

♥ Amor Creador, Amor Redentor, Amor Salvador, Amor Santificador, Amor Glorificador.
Adoración, Honor, Gloria, Alabanza y Majestad eternamente sea dada a la Beatísima Trinidad.


Cristiano Católico 18-10-2020