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Una Santa Católica Apostólica - visible infalible e indefectible


Teología Dogmática

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Teología Dogmática

extractos de Fe

-Primera parte-
Dios, nuestro Creador y Señor, puede ser conocido con certeza a la luz de la razón natural por medio de las cosas creadas (de fe)

Se puede demostrar la existencia de Dios por medio del principio de causalidad (sentencia próxima a la fe).
La existencia de Dios no sólo es objeto del conocimiento de la razón natural, sino también objeto de la fe sobrenatural (de fe).
La esencia de Dios es incomprensible para los hombres (de fe)
Los bienaventurados en el Paraíso gozan de un conocimiento inmediato e intuitivo de la esencia divina (de fe).
La visión inmediata de Dios supera la natural capacidad cognoscitiva del alma humana y es, por tanto, sobrenatural (de fe).
El alma necesita la luz de la gloria para ver inmediatamente a Dios (de fe; Dz 475).
La esencia de Dios es también incomprensible para los bienaventurados del cielo (de fe).

Los atributos divinos se identifican realmente tanto con la esencia divina como entre si (de fe).
Dios es absolutamente perfecto (de fe)
Dios es actualmente infinito en cada perfección (de fe)
Dios es absolutamente simple (de fe).
No hay más que un solo Dios (de fe).
El único Dios es verdadero Dios en sentido ontológico (de fe)
Dios posee una inteligencia infinita (de fe)

Dios es absolutamente veraz (de fe)
Dios es absolutamente fiel (de fe)
Dios es la bondad ontológica absoluta, en si y en relación con los demás (de fe).
Dios es eterno (de fe).
Dios es inmenso (de fe)
Dios se encuentra presente en todo espacio creado (de fe)
El conocimiento de Dios es infinito (de fe)

Dios conoce todas las cosas puramente posibles (ciencia de simple inteligencia; de fe).
Dios conoce todo lo real que ha existido en el pasado, existe en el presente y existirá en el futuro (ciencia de visión; de fe).
Por la ciencia de visión, Dios prevé con certeza infalible las acciones libres futuras de las criaturas racionales (de fe)
La voluntad de Dios es infinita (de fe).
Dios quiere y se ama a sí mismo necesariamente, y a las cosas distintas de si libremente (de fe).
Dios es omnipotente (de fe).
Dios es Señor de cielos y tierra (de fe; Dz 1782).

Dios es infinitamente justo (de fe).
Dios es infinitamente misericordioso (de fe)

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Segunda parte
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En Dios hay tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo; y cada una de ellas posee la esencia divina que es numéricamente la misma (de fe).
En Dios hay dos procesiones divinas inmanentes (de fe)
El sujeto de las procesiones divinas inmanentes (en sentido activo y pasivo) son las personas divinas, no la naturaleza divina (de fe).
La segunda persona divina procede de la primera por generación y guarda con ella la relación de Hijo a Padre (de fe).
El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, como de un solo principio y por medio de una única espiración (de fe).
El Espíritu Santo no procede por generación (de fe)
Las relaciones en Dios se identifican realmente con la esencia divina (de fe).

En Dios todo es uno, mientras no exista oposición relativa (de fe).
Las tres divinas Personas in-existen entre si o están la una en las otras (de fe).
Todas la' operaciones de Dios ad extra son comunes a las tres divinas Personas (de fe)
La Trinidad de personas en Dios solamente puede conocerse por revelación divina (sent. próxima a la fe).
La razón natural, aun después del hecho de la revelación divina, no puede alcanzar evidencia intrínseca del dogma trinitario (sent. próx. a la fe).
Todo cuanto existe fuera de Dios ha sido sacado de la nada por Dios en cuanto a la totalidad de su sustancia (de fe).
El mundo es obra de la Sabiduría divina (sent. cierta ).

Dios fué movido por su bondad a crear libremente el mundo (de fe).
El mundo ha sido creado para gloria de Dios (de fe).
Las tres divinas personas constituyen un único y común principio de la creación (de fe)._
Dios creó el mundo libre de toda coacción externa y de toda necesidad interna (de fe).
«Dios tuvo libertad para crear este mundo u otro cualquiera» (sent. cierta).
Dios creó un mundo bueno (de fe).
El mundo tuvo principio en el tiempo (de fe).

Dios ha creado El solo el universo (de fe)


I . Dogma

Dios conserva en la existencia a todas las cosas creadas (de fe)
Dios coopera inmediatamente en todo acto de las criaturas (sent. Común).
Dios protege y gobierna con su providencia a todas las criaturas (de fe).
El primer hombre fué creado por Dios (de fe)
Todo el género humano procede de una sola pareja humana (sent. Cierta).
El hombre consta de dos partes esenciales: el cuerpo material y el alma espiritual (de fe)
El alma racional es inmediatamente la forma sustancial del cuerpo (de fe).

Cada hombre posee un alma individual e inmortal (de fe).
Cada alma es creada directamente por Dios de la nada (sent. cierta).
La naturaleza de la criatura posee una capacidad receptiva de lo sobrenatural (sent. cierta).
Lo sobrenatural presupone la naturaleza (sent. común,).
Lo sobrenatural no subsiste en sí mismo, sino en otro; no es, por tanto, sustancia, sino accidente. Lo sobrenatural requiere una naturaleza creada en que pueda sustentarse y actuar.
Lo sobrenatural perfecciona la naturaleza (sent. común).
Dios ha señalado al hombre un fin último sobrenatural (de Fe)

El fin último sobrenatural consiste en la participación del conocimiento que Dios tiene de sí mismo, fin cuya consecución redunda en gloria sobrenatural para Dios y en dicha sobrenatural para el hombre; cf. 1 Cor 13, 12; 1 Ioh 3, 2 (v. De Dios Uno y Trino, § 6).
Todo el orden natural no es más que un medio para conseguir el fin último sobrenatural. El hombre, por razón de su total dependencia de Dios, está obligado a procurar la consecución de su fin último sobrenatural. Si yerra en este propósito, no podrá conseguir tampoco el fin natural; cf. Me 16, 16


Nuestros primeros padres estaban dotados de gracia santificante antes del pecado original (de fe).
El don de rectitud o integridad en sentido estricto, es decir, la inmunidad de la concupiscencia (sent. próxima a la fe).
El don de impasibilidad, es decir, la inmunidad de sufrimientos (sent. común).
Adán no sólo recibió para sí la gracia santificante, sino también para transmitirla a sus descendientes (sent. Cierta)
Nuestros primeros padres pecaron gravemente en el Paraíso transgrediendo el precepto divino que Dios les había impuesto para probarles (de fe).
Los protoparentes perdieron por el pecado la gracia santificante y atrajeron sobre sí la cólera y el enojo de Dios (de fe; Dz 788)
Los protoparentes quedaron sujetos a la muerte y al señorío del diablo (de fe; Dz 788).

El pecado de Adán se propaga a todos sus descendientes por generación, no por imitación (de fe)
El pecado original se propaga por generación natural (de fe)
En el estado de pecado original, el hombre se halla privado de la gracia santificante y de todas sus secuelas, así como también de los dones preternaturales de integridad (de fe por lo que respecta a la gracia santificante y al don de inmortalidad; Dz 788 s).
Las almas que salen de esta vida en estado de pecado original están excluidas de la visión beatífica de Dios (de fe)
Dios, al principio del tiempo, creó de la nada unas sustancias espirituales que son llamadas ángeles (de fe).
La naturaleza de los ángeles es espiritual (de fe)

Los ángeles son por naturaleza inmortales (sent. común).
Dios ha fijado a los ángeles un fin último sobrenatural, que es la visión inmediata de Dios, y para conseguir este fin les ha dotado de gracia santificante (sent. cierta).
Los ángeles fueron sometidos a una prueba moral (sent. cierta respecto de los ángeles caídos; sent. común respecto de los buenos).
Los espíritus malos (demonios) fueron creados buenos por Dios; pero se hicieron malos por su propia culpa (de fe
La misión primaria de los ángeles buenos es la glorificación y servicio de Dios (sent. cierta).
La misión secundaria de los ángeles buenos es proteger a los hombres y velar por su salvación (de fe en virtud del magisterio ordinario y universal de la Iglesia).
Cada creyente tiene su particular ángel de la guarda desde el día de su bautismo (sent. cierta).

El diablo, por razón del pecado de Adán, posee cierto dominio sobre los hombres (de fe).
Jesucristo es verdadero Dios e Hijo de Dios por esencia (de fe)
Cristo asumió un cuerpo real, no simplemente aparente (de fe)
Cristo no solamente asumió un cuerpo, sino también un alma racional (de fe).
Cristo fué verdaderamente engendrado y nació de una hija de Adán, la Santísima Virgen María (de fe).
La naturaleza divina y la humana se hallan en Cristo unidas hipostáticamente, es decir, en unidad de persona (de fe).
Las dos naturalezas de Cristo, después de su unión, continúan poseyendo íntegro su modo propio de ser sin transformarse ni mezclarse (de fe).

Cada una de las dos naturalezas en Cristo posee una propia voluntad física y una propia operación física (de fe).
La unión hipostática de la naturaleza humana de Cristo con el Logos divino tuvo lugar en el instante de la concepción (de fe).
La unión hipostática no se interrumpió jamás (sent. Cierta)
La unión hipostática no cesará nunca (de fe).
La sangre, en el cuerpo vivo de Jesucristo, como elemento integrante de la naturaleza humana, está inmediatamente unida (no sólo mediatamente) con la persona del Logos divino (sent. cierta).
El acto de la unión hipostática fué realizado en común por las tres divinas personas (de fe).
La segunda persona de la Trinidad es la única que se hizo hombre (de fe).

Jesucristo, aun como hombre, es Hijo natural de Dios (de fe).



++++++

Hay que adorar al Dios-Hombre Jesucristo con un solo culto: el de latría absoluto que corresponde únicamente a Dios (de fe).

++++++

Así como la naturaleza humana de Cristo, toda entera, es objeto de culto latréutico, así también cada una de sus partes son objeto parcial del mismo (sent. cierta).

+++++++

Los predicados divinos y humanos de Cristo deben aplicarse a la sola persona del Logos encarnado (de fe

El alma de Cristo poseyó la visión beatífica desde el primer instante dé su existencia (sent. cierta).
La ciencia humana de Cristo estuvo libre de la ignorancia positiva y del error (sent. cierta; cf. Dz 2184 s).
El alma de Cristo tuvo ciencia infusa desde su mismo erigen (sent. común).
El alma de Cristo poseía también una ciencia adquirida o experimental (sent. común).
Cristo estuvo libre de todo pecado, tanto del original como del personal (de fe).
Cristo no sólo no pecó de hecho, sino que, además, no podía pecar (sentencia próxima a la fe).
La naturaleza humana de Cristo, por razón de la unión hipostática, es sustancialmente santa por la santidad increada del Logos (sent. común; cf. Le 1, 35).

La naturaleza humana de Cristo es también accidentalmente santa por razón de la plenitud de gracia creada habitual con que ha sido dotada (sent. cierta).
Desde Cristo, que es la cabeza, se difunde la gracia sobre los miembros de su cuerpo místico (sent. común).
La humanidad de Cristo, como instrumento del Logos, tiene el poder de producir efectos sobrenaturales (sent. Cierta)
La naturaleza humana de Cristo estaba sometida al padecimiento corporal (de fe).
El alma de Cristo estaba sometida a los afectos sensitivos (sent. cierta).

La obra del Redentor

El Hijo de Dios se hizo hombre para redimir a los hombres (de fe).
El hombre caído no podía redimirse a sí mismo (de fe)
Dios no tenía necesidad alguna, interna ni externa, de redimir a los hombres (sent. cierta)
Si Dios exigió una satisfacción adecuada, era necesaria la encarnación de una persona divina (sent. común).
Cristo es el supremo profeta, prometido en el Antiguo Testamento, y el maestro absoluto de la humanidad (sent. cierta).
Cristo es legislador y juez de los hombres (de fe).
El Dios-Hombre Jesucristo es Sumo Sacerdote (de fe)

Cristo se inmoló a sí mismo en la cruz como verdadero y propio sacrificio (de fe).
Cristo nos rescató y reconcilió con Dios por medio del sacrificio de su muerte en cruz (de fe).
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Cristo, por medio de su pasión y muerte, ha dado satisfacción vicaria a Dios por los pecados de los hombres (sent. próxima a la fe)
La satisfacción vicaria de Cristo es adecuada o condigna, y eso debido a su valor intrínseco (sent. más común).
La satisfacción vicaria de Cristo es sobreabundante, es decir, el valor positivo de la reparación es mayor que el valor negativo del pecado (sent. común).
Cristo no murió tan sólo por los predestinados (de fe).
Cristo no murió únicamente por los fieles, sino por todos los hombres sin excepción (sent. próxima a la fe).
La satisfacción de Cristo no se extiende a los ángeles caídos (sent. cierta).
Cristo mereció ante Dios recompensa por su pasión y muerte (de fe)

Cristo mereció para sí el estado de ensalzamiento (resurrección, glorificación del cuerpo, ascensión a los cielos) (sent. Cierta)
Cristo mereció para los hombres caídos todas las gracias sobrenaturales (sent. Cierta)
Después de su muerte, Cristo, con el alma separada del cuerpo, bajó al limbo de los justos (de fe).

Dogma

Al tercer día después de su muerte, Cristo resucitó glorioso de entre los muertos (de fe).

Dogma

Cristo subió en cuerpo y alma a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre (de fe).

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Parte tercera
TRATADO DE LA MADRE DEL REDENTOR

María es verdadera Madre de Dios (de fe).

I . Dogma

María fué concebida sin mancha de pecado original (de fe)
María estuvo libre de todos los movimientos de la concupiscencia (sent. común).
2. Inmunidad de todo pecado actual
Por un privilegio especial de la gracia, María estuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida (sent. próxima a la fe).
LA VIRGINIDAD PERPETUA DE MARÍA

María fué virgen antes del parto, en el parto y después del parto (de fe).

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La virginidad de María comprende: la virginitas mentís, es decir, la perpetua virginidad de su espíritu; la virginitas sensus, es decir, la inmunidad de todo movimiento desordenado del apetito sensual; y la virginitas corporis, es decir, la integridad corporal.
El dogma católico se refiere ante todo a la integridad corporal.


Virginidad antes del parto.
María concibió del Espíritu Santo sin concurso de varón (de fe)

María dio a luz sin detrimento de su integridad virginal (de fe).

Virginidad después del parto.
María vivió también virgen después del parto (de fe)

I. La muerte de María.
María sufrió muerte temporal (sent. más común).

Dogma
María fué asunta al cielo en cuerpo y alma (de fe).


sentido:
1) María trajo al mundo al Redentor, fuente de todas las gracias, y por esta causa es mediadora de todas las gracias (sent. cierta).
2) Desde su asunción a los cielos, no se concede ninguna gracia a los hombres sin su intercesión actual (sent. piadosa y probable).

LA VENERACIÓN DE MARÍA
A María, Madre de Dios, se le debe culto de hiperdulía (sent. cierta).
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Introducción

LA GRACIA EN GENERAL

Sección primera

LA GRACIA ACTUAL

Doctrina de la Iglesia
La gracia actual, de una manera inmediata e intrínseca, ilumina el entendimiento y fortalece la voluntad (sent. cierta).

I. La gracia antecedente.
Existe un influjo sobrenatural de Dios sobre las potencias del alma que precede a toda libre decisión de la voluntad (de fe).

La gracia subsiguiente.
Existe un influjo sobrenatural de Dios sobre las potencias del alma que coincide temporalmente con el libre ejercicio de la voluntad humana (de fe).
Para cada acto saludable es absolutamente necesaria la gracia interna y sobrenatural de Dios («gratia elevans»; de fe).
Para el comienzo de la fe y la salvación, es absolutamente necesaria la gracia interna y sobrenatural (de fe).

3) Necesidad de la gracia actual para los actos saludables del justificado.
También el justo tiene necesidad de la gracia actual para realizar actos saludables (sent. común).
Necesidad de la gracia para la perseverancia.
El justificado no puede permanecer hasta el fin en la justicia recibida sin un particular auxilio de Dios (de fe).
Se distinguen las siguientes clases de perseverancia:

a) Perseverancia temporalis o imperfecta, es decir, la permanencia por algún tiempo en la justicia recibida; y perseverancia finolis o perfecta, es decir, la permanencia hasta el último instante de la vida.

b) Perseverancia (finolis) pasiva, es decir, la coincidencia del instante de la muerte con el estado de gracia; y perseverancia (finolis) activa, es decir, la continua cooperación del justo con la gracia. La perseverancia de los que no han llegado al uso de la razón es puramente pasiva; la de los demás es, por lo general, pasiva y activa al mismo tiempo. La cláusula anterior se refiere a esta última.

c) Potentia perseverandi (posse perseverare), es decir, el poder perseverar; y perseverancia actualis (actu perseverare), es decir, el perseverar realmente. Mientras que la posibilidad de perseverar se concede a todos los justos por razón de la universal voluntad salvífica de Dios, la perseverancia real se concede únicamente a los predestinados.

El justo, sin un especial privilegio de la gracia de Dios, no es capaz de evitar durante toda su vida todos los pecados, aun los veniales (de fe).
El hombre, aun en el estado de naturaleza caída, puede conocer con su entendimiento natural verdades religiosas y morales (de fe)
Para realizar una acción moralmente buena no es precisa la gracia santificante (de fe).
Para la realización de una acción moralmente buena no es precisa la gracia de la fe (sent. cierta).
Para realizar una acción moralmente buena no es precisa la gracia actual (sent. cierta).

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Límites de la capacidad natural

a) En el estado de naturaleza caída, resulta moralmente imposible al hombre, sin revelación sobrenatural, conocer con firme certidumbre y sin mezcla de error todas las verdades religiosas y morales del orden natural (de fe).
En el estado de naturaleza caída, le resulta moralmente imposible al hombre cumplir durante largo tiempo toda la ley moral y resistir a todas las tentaciones graves si no le ayuda la gracia sanante (gratia sanans) (sent. cierta).
La gracia no puede merecerse de condigno ni de congruo por las obras naturales (de fe).
La gracia no puede conseguirse por la oración natural (sent. cierta).
El hombre no puede conseguir por sí mismo ninguna disposición natural positiva para la gracia (sent. cierta).

Dios, aun supuesta la caída en el pecado y el pecado original, quiere verdadera y sinceramente la salvación de todos los hombres (sent. próxima a la fe).
Dios da a todos los justos gracia suficiente («gratia proxime vel remote sufficiens») para observar los preceptos divinos (de fe").
Dios, a todos los pecadores creyentes, les da gracia suficiente («gratia saltem remote sufficiens») para su conversión (sent. común)
Dios da a todos los infieles inocentes («infidelis negativi») la gracia suficiente para que consigan la eterna salvación (sent. cierta).
Dios, por un designio eterno de su voluntad, ha predestinado a determinados hombres a la eterna bienaventuranza (de fe).
Dios, con un decreto eterno de su voluntad, predestinó a ciertas personas para la eterna condenación por haber previsto sus pecados (de fe).
La voluntad humana sigue siendo libre bajo el influjo de la gracia eficaz. La gracia no es irresistible (de fe

La «gratia veré et mere sufficiens»

Existe una gracia verdaderamente suficiente 'y que permanece, no obstante, ineficaz («gratia veré et mere sufficiens*) (de fe)

Sección segunda

LA GRACIA HABITUAL

Capitulo primero
PROCESO DE LA JUSTIFICACIÓN

El pecador, con la ayuda de la gracia actual, puede y debe disponerse para recibir la gracia de la justificación (de fe)
Sin la fe no es posible la justificación de un adulto (de fe).
A la fe hay que añadir, además, otros actos dispositivos (de fe).
La grada santificante es un don realmente distinto de Dios, creado y sobrenatural (sent. próxima a la fe).
La gracia santificante es un ser sobrenatural infundido por Dios e inherente al alma de modo permanente (sent. Cierta)
La gracia santificante no es sustancia, sino accidente real, inherente en la sustancia del alma (sent. Cierta
La gracia santificante es realmente distinta de la caridad (sent. más común).
La gracia santificante establece una participación de la divina naturaleza (sent. cierta).

1. Santificación del alma

La gracia santificante santifica el alma (de fe).
La gracia santificante confiere al alma una hermosura sobrenatural (sent. común).

Amistad con Dios
La gracia santificante convierte al justo en amigo de Dios (de fe)

Filiación divina
La gracia santificante convierte al justo en hijo de Dios y le confiere el título a la herencia del cielo (de fe)

Inhabitación del Espíritu Santo
La gracia santificante convierte al justo en templo del Espíritu Santo (sent. cierta).

Las virtudes teologales
Con la gracia santificante se infunden en el alma las tres virtudes teologales o divinas de la fe, la esperanza y la caridad (de fe).

Las virtudes morales.
Con la grada santificante se infunden también las virtudes morales (sent. común).

Los dones del Espíritu Santo
Con la gracia santificante se nos infunden también los dones del Espíritu Santo (sent. común).
Incertidumbre Sin especial revelación divina, nadie puede saber con certeza de fe si se encuentra en estado de gracia (de fe).



Desigualdad
La medida de la gracia de justificación que los justos reciben no es en todos la misma (de fe).
La gracia recibida podemos acrecentarla por medio de buenas obras (de fe).


3. Posibilidad de perderla

a) La pérdida de la gracia.
La gracia de justificación se puede perder y se pierde por cada pecado grave (de fe).

2. Doctrina de la Iglesia
El justo, por medio de sus buenas obras, adquiere verdadero derecho a recompensa por parte de Dios (de fe).

Objeto del mérito de condigno
El justificado merece, por sus buenas obras, el aumento de la gracia santificante, la vida eterna y el aumento de la gloria celestial (de fe).

La Iglesia
El Catecismo Romano (1 10, 2), inspirándose en SAN AGUSTÍN (Enarr. in Ps. 149, 3), da la siguiente definición: «La Iglesia es el pueblo cristiano esparcido por toda la redondez de la tierra».

2. Definición esencial
La Iglesia es el cuerpo místico de Jesucristo (sent. cierta)
La Iglesia fué fundada por el Dios-Hombre, Jesucristo (de fe).
Cristo instituyó la Iglesia para continuar en todos los tiempos su obra salvadora (de fe).
La Iglesia, considerados su fin y sus medios, es una sociedad sobrenatural y espiritual (sent. Cierta).
La Iglesia es una sociedad perfecta (sent. Cierta).
Cristo dio a su Iglesia una constitución jerárquica (de fe).
Los poderes jerárquicos concedidos a los apóstoles se transmitieron a los obispos (de fe).

Cristo constituyó al apóstol San Pedro como primero entre los apóstoles y como cabeza visible de toda la Iglesia, confiriéndole inmediata y personalmente el primado de jurisdicción (de fe).
Por institución de Cristo, San Pedro tendrá en todos los tiempos sucesores de su primado de jurisdicción sobre toda la Iglesia (de fe).
Los sucesores de Pedro en el primado son los obispos de Roma (de fe).

I. El dogma
El Papa posee la plena y suprema potestad de jurisdicción sobre toda la Iglesia no solamente en cosas de fe y costumbres, sino también en la disciplina y gobierno de la Iglesia (de fe).

I. El dogma
El Papa es infalible siempre que habla ex cathedra (de fe).
Los obispos poseen, por derecho divino, potestad ordinaria de jurisdicción sobre sus diócesis (de fe).
Cada obispo recibe inmediatamente del Papa su potestad de jurisdicción (sent. más probable).
Cristo ha fundado la Iglesia (de fe).
Cristo es la cabeza de la Iglesia (de fe).
«Nuestro divino Redentor conserva con virtud divina la sociedad por El fundada, que es la Iglesia» (Pío xII).

La Iglesia es infalible cuando define en materia de fe y costumbres (de fe).
a) El objetó primario de la infalibilidad son las verdades, formalmente reveladas, de la fe y la moral cristiana (de fe; Dz 1839).
El objeto secundario de la infalibilidad son las verdades que no han sido formalmente reveladas, pero que se hallan en estrecha conexión con las verdades formalmente reveladas de la fe y la mora! cristiana (sent. cierta).

a) El Papa
El Papa es infalible cuando habla ex cathedra (de fe; v. § 8).

b) El episcopado en pleno: El episcopado en pleno es infalible cuando, reunido en concilio universal o disperso por el orbe de la tierra, enseña y propone una verdad de fe o costumbres para que todos los fieles la sostengan (de fe).
La Iglesia fundada por Cristo es única y una (de fe).

A la Iglesia no pertenecen tan sólo miembros santos, sino también pecadores (de fe).

La Iglesia fundada por Cristo es católica (de fe).
La Iglesia fundada por Cristo es apostólica (de fe).

Miembros de la Iglesia son todos aquellos que han recibido válidamente el sacramento del bautismo y no se han separado de la unidad de la fe ni de la unidad de la comunidad jurídica de la Iglesia (sent. cierta).
Todos los hombres tienen necesidad de pertenecer a la Iglesia para conseguir la salvación (de fe).
Los miembros, santificados por la gracia redentora de Cristo, que pertenecen al reino de Dios sobre la tierra y al de la vida futura, están unidos con Cristo, su Cabeza, y todos entre sí, formando una comunión de vida sobrenatural (sent. cierta).


Capitulo sexto
LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS


La oración de intercesión
Los fieles de la tierra pueden alcanzarse mutuamente gracias de Dios mediante la oración de intercesión (sent. Cierta)
Los fieles de la tierra pueden, por las buenas obras realizadas en estado de gracia, merecer de congruo, unos para otros, dones de Dios (sent. probable).
Los fieles de la tierra pueden, por las obras de penitencia realizadas en estado de gracia, satisfacer unos por otros (sent. cierta).
Es lícito y provechoso venerar a los santos del cielo e invocar su intercesión (de fe).

Es lícito y provechoso venerar las reliquias de los santos (de fe).

Es lícito y provechoso venerar las imágenes de los santos (de fe).

Los fieles vivos pueden ayudar a las almas del purgatorio por medio de sus intercesiones (sufragios) (de fe).
También los santos del cielo pueden ayudar a las almas del purgatorio en su intercesión (sent. común).
Las almas del purgatorio pueden interceder por otras almas del cuerpo místico (sent. probable).
A los condenados del infierno no les aprovechan los sufragios, pues no pertenecen al cuerpo místico de Cristo (sent. común).
El signo externo del sacramento se compone de dos elementos esenciales: la cosa y la palabra («res et verbum» o «elementum et verbum») (sent. próxima a la fe).

La cosa ora es una sustancia
Los sacramentos del Nuevo Testamento contienen la gracia que significan y la confieren a los que no ponen estorbo (de fe).
Los sacramentos actúan «ex opere operato» (de fe).

La gracia santificante
Todos los sacramentos del Nuevo Testamento confieren la grada santificante a quienes los reciben (de fe).
Cada sacramento confiere una gracia sacramental específica (sent. común).
Hay tres sacramentos: el bautismo, la confirmación y el orden, que imprimen en el alma un carácter, es decir, una marca espiritual indeleble, y que, por tanto, no pueden repetirse (de fe).

El carácter sacramental es una marca espiritual impresa en el alma (de fe).
El carácter sacramental da poder para realizar actos de culto cristiano (sent. común).
Todos los Sacramentos del Nuevo Testamento fueron instituidos por Jesucristo (de fe).
Cristo instituyó directa y personalmente todos los sacramentos (sent, cierta).
Cristo ha fijado la sustancia de los sacramentos. La Iglesia no tiene derecho para cambiarla (sent. cierta).
Hay siete sacramentos de la Nueva Alianza (de fe).
Dios puede también comunicar la gracia sin los sacramentos (sent.cierta).

Los sacramentos del Nuevo Testamento son necesarios al hombre para alcanzar la salvación (de fe).
El ministro primario de los sacramentos es el Dios-Hombre Jesucristo (sent. cierta).
El ministro secundario de los sacramentos es el hombre en estado de peregrinación «in statu viae» (sent. Común).
Para administrar válidamente los sacramentos es necesario que el ministro realice como conviene los signos sacramentales (de fe).
Ello significa que debe emplear la materia y forma sustanciales del Sacramento, uniéndolas ambas en un único signo sacramental; Dz 695.

b) El ministro ha de tener, además, la intención de hacer, cuando menos, lo que hace la Iglesia (de fe).
El sacramento solamente puede ser recibido de manera válida por una persona que se halle en estado de peregrinación («in statu viae») (sent. común).

Condiciones para la recepción válida
a) Prescindiendo del sacramento de la penitencia, no se requiere para la validez de los sacramentos, por parte del que los recibe, ni ortodoxia ni disposición moral (sent. común).

«El pecado original, que se contrae sin consentimiento, se perdona también sin consentimiento, en virtud del sacramento »; Dz 410.
Para recibir digna o fructuosamente los sacramentos, se requiere disposición moral en todo aquel que ha llegado al uso de razón (de fe).

Los sacramentos del bautismo, la confirmación y el orden reviven, después de removerse la indisposición moral, si fueron recibidos válida pero indignamente. Quiere esto decir que el efecto de la gracia sacramental tiene lugar con posterioridad al momento de la recepción del sacramento (sent. común).

Los sacramentos del Antiguo Testamento no producían la gracia «ex opere operato», sino tan sólo una pureza externa y legal (sent. cierta).
El bautismo es un verdadero sacramento instituido por Jesucristo (de fe; Dz 844).

La materia remota del sacramento del bautismo es el agua verdadera y natural (de fe).
La materia próxima del sacramento del bautismo es la ablución del cuerpo realizada por el contacto físico del agua (sent. cierta).
El bautismo confiere la gracia de justificación (de fe).

El bautismo produce la remisión de todas las penas debidas por el pecado, tanto las eternas como las temporales (de fe).

El bautismo recibido válidamente (aunque sea de manera indigna) imprime en el alma del que lo recibe una marca espiritual indeleble, el carácter bautismal; y por eso este sacramento no se puede repetir (de fe; Dz 852, 867).
El bautismo de agua se puede sustituir, en caso de necesidad, por el bautismo de deseo y el de sangre (sent. próxima a la fe).

El bautismo puede administrarlo válidamente cualquiera persona (de fe).
El bautismo puede ser recibido válidamente por cualquiera persona no bautizada que se halle en estado de peregrinación (de fe).
Es válido y lícito el bautismo de los niños que no tienen uso de razón (de fe).

La confirmación es verdadero y propio sacramento (de fe).
La forma de la confirmación consiste en las palabras que acompañan la imposición individual de manos, imposición que va unida con la unción en la frente (sent. común).
a) Como sacramento de vivos, la confirmación produce (per se) el aumento de la gracia santificante (sent. cierta).
El efecto específico de la confirmación es la consumación de la gracia bautismal (sent. común).

La confirmación imprime en el alma una marca espiritual indeleble y, por tanto, este sacramento no puede repetirse (de fe; Dz 852).
El bautizado puede obtener la salvación eterna sin haber recibido la confirmación (sent. próxima a la fe).

El ministro ordinario de la confirmación es únicamente el obispo (de fe).
El ministro extraordinario del sacramento de la confirmación es el simple sacerdote, a quien se concede este poder por derecho común o por un indulto apostólico (sent. cierta; CIC 782, § 2; cf. Dz 697, 573).
La confirmación puede ser recibida válidamente por todo bautizado que no haya sido ya confirmado (sent. cierta).
En la eucaristía se hallan verdadera, real y sustancialmente presentes el cuerpo y la sangre de Jesucristo (de fe).

I . El dogma
Cristo está presente en el sacramento del altar por transustaticiarse toda la sustancia de pan en su cuerpo y toda la sustancia de vino en su sangre (de fe).
Las especies de pan y vino permanecen después de la transustanciación (de fe).

2. Realidad física de las especies: Las especies sacramentales conservan su realidad física después de la transustanciación (sent. cierta).

Sin sujeto de inhesión
Las especies sacramentales permanecen sin sujeto alguno de inhesión (sent. cierta).


8. LA TOTALIDAD DE LA PRESENCIA

I . Presencia total de Cristo
En la eucaristía están verdaderamente presentes el cuerpo y la sangre de Cristo, juntamente con su alma y divinidad, y, por tanto, se halla verdaderamente presente Cristo todo entero (de fe).

2. La presencia total bajo cada una de las dos especies.
Bajo cada una de las dos especies está presente Cristo todo entero (de fe).

Presencia total en todas y cada una de las partes de ambas especies.
En todas y cada una de las partes de ambas especies, después de efectuada la separación, se halla presente Cristo todo entero (de fe).

Duración de la presencia real;
Después de efectuada la consagración, el cuerpo y la sangre de Cristo están presentes de manera permanente en la eucaristía (de fe).


1O. ADORABILIDAD DE LA EUCARISTÍA
A Cristo, presente en la eucaristía, se le debe culto de verdadera adoración (latría) (de fe).
La presencia real de Cristo en la eucaristía es un misterio de fe (sent. cierta).
La materia para la confección de la eucaristía es el pan y el vino (de fe; Dz 877, 884).

La forma;
La forma de la eucaristía son las palabras con que Cristo instituyó este sacramento, pronunciadas en la consagración (sent. cierta).

La unión con Cristo
a) El fruto principal de la eucaristía es la unión sumamente íntima que se establece entre el que recibe el sacramento y Cristo (sent. Cierta

La eucaristía es prenda de la bienaventuranza celestial y de la futura resurrección del cuerpo (sent. cierta).

I . Para los párvulos
A los que no han llegado al uso de la razón no es necesaria para salvarse la recepción de la eucaristía (de fe).
Los que han llegado al uso de razón tienen necesidad de precepto de recibir la eucaristía para alcanzar la salvación (sent. cierta).

3. La justificación de la comunión bajo una sola especie
La comunión bajo ambas especies, para cada fiel en particular, no es necesaria ni por razón de un precepto divino ni como medio para conseguir la salvación (de fe).

El ministro de la consagración
Únicamente el sacerdote ordenado válidamente posee el poder de consagrar (de fe).

EL SUJETO DE LA EUCARISTÍA
El concilio de Trento (Dz 881) distingue tres modos de recibir este sacramento:

1. la recepción meramente sacramental, es decir, la recepción del sacramento por aquel que se halla en estado de pecado mortal (comunión indigna);
2.° la recepción meramente espiritual, esto es, el deseo, inspirado por la fe, de recibir este sacramento (comunión espiritual);
3 ° la recepción sacramental y espiritual al mismo tiempo, o la recepción del sacramento en estado de gracia (comunión digna). Hay que añadir como
4. apartado la recepción meramente material por un sujeto inapropiado: una persona no bautizada o un animal.


1. Condiciones para la recepción válida
2. El sacramento de la eucaristía puede ser recibido válidamente por cualquiera persona bautizada que se halle en estado de peregrinación (in statu viae), aunque se trate de un párvulo (de fe; Dz 933).
En la antigüedad cristiana los párvulos bautizados recibían también la eucaristía; cf. SAN CIPRIANO, De lapsis 25; Const. Apost. vin 13, 14.

2. Condiciones para la recepción lícita
Para recibir dignamente la eucaristía se requieren el estado de gracia e intención recta y piadosa (de fe por lo que se refiere al estado de gracia).

Doctrina de la Iglesia
La santa misa es verdadero y propio sacrificio (de fe).

I . Carácter relativo del sacrificio de la misa
En el sacrificio de la misa se representa y conmemora el sacrificio de la cruz, y se aplica su virtud salvadora (de fe).
En el sacrificio de la misa y en el de la cruz son idénticos la hostia y el sacerdote primario; lo que difiere únicamente es el modo de hacer la oblación (de fe).

2. Definición positiva
La acción sacrificial esencial consiste únicamente en la consagración (sent. común).
El sacrificio de la misa no sólo es sacrificio de alabanza y acción de. gracias, sino también de propiciación e impetración (de fe).