Liturgia
San Francisco de Sales
vida devotaPrimera parte de la Introducción
a la vida devota
CAPÍTULO
XIVMeditación 6ª: DEL
JUICIOPREPARACIÓN. 1. Ponte en la presencia de Dios.
2. Pídele que te ilumine.
CONSIDERACIONES. 1. Finalmente, después de
transcurrido el tiempo señalado por Dios a la
duración del mundo, y después de una serie de señales y presagios
horribles, que harán temblar a los hombres de espanto y de terror, el
fuego, que caerá como un diluvio, abrasará y reducirá a cenizas toda la
faz de la tierra, sin que ninguna de las cosas que vernos sobre ella
llegue a escapar.
2. Después de este diluvio de llamas y
rayos, todos los hombres saldrán del seno de la tierra, excepción hecha
de los que ya hubieren resucitado, y, a la voz del Arcángel,
comparecerán en el valle de Josafat. ¡Más, ay, con qué diferencia!
Porque los unos estarán allí con sus cuerpos gloriosos y
resplandecientes y los otros con los cuerpos feos y espantosos.
3. Considera la majestad, con
la cual el soberano Juez aparecerá,
rodeado de todos los ángeles y santos, teniendo delante su cruz, más
reluciente que el sol, enseña de gracia para los buenos y de rigor para
los malos.
4. Este soberano Juez, por terrible mandato suyo,
que será enseguida ejecutado, separará a los buenos de los malos,
poniendo a los unos a su derecha y a los otros a su izquierda;
separación eterna, después de la cual los dos bandos no se encontrarán
jamás.
5. Hecha la separación y abiertos
los libros
de las conciencias, quedará puesta de manifiesto, con toda
claridad, la malicia de los malos y el desprecio de que habrán hecho
objeto a Dios; y, por otra parte, la penitencia de los buenos y los
efectos de la gracia de Dios que, en vida, habrán recibido y nada
quedará oculto. ¡ Oh Dios, qué confusión para los unos y qué consuelo
para los otros!
6. Considera la última sentencia de los
malos. «Id malditos al fuego eterno, preparado para el diablo y sus
compañeros». Pondera estas palabras tan graves. «Id», les dice. Es una
palabra de abandono eterno, con que Dios deja a estos desgraciados y los
aleja para siempre de su faz. Les llama « malditos ». ¡ Oh alma mía, qué
maldición! Maldición general, que abarca todos los males; maldición
irrevocable, que comprende todos los tiempos y toda la eternidad. Y
añade «al fuego eterno». Mira, ¡oh corazón mío! Esta gran eternidad. ¡Oh
eterna eternidad de las penas, qué espantosa eres!
7.
Considera la sentencia contraria de los buenos: «Venid», dice el Juez.
¡Ah!, es la agradable palabra de salvación, por la que Dios nos atrae
hacia sí y nos recibe en el seno de su bondad; «benditos de mi Padre»:
¡oh hermosa bendición, que encierra todas las bendiciones! «tomad
posesión del reino que tenéis preparado desde la creación del mundo».
¡Oh, Dios mío, qué gracia, porque este reino jamás tendrá fin!
AFECTOS Y
RESOLUCIONES.
1. Tiembla, ¡oh alma mía!, ante este recuerdo. ¿Quién
podrá, ¡oh Dios mío!, darme seguridad para aquel día, en el cual
temblarán de pavor las columnas del firmamento?
2. Detesta
tus pecados, pues solo ellos pueden perderte en aquel día temible.
3. ¡Ah!, quiero juzgarme a
mí mismo ahora, para no ser juzgado después.
Quiero examinar mi conciencia y condenarme, acusarme y corrígeme,
para que el Juez no me condene en aquel día terrible: me confesaré y haré
caso de los avisos necesarios, etc.
CONCLUSIÓN. 1. Da gracias a
Dios, que te ha dado los medios de asegurarte para aquel
día, y tiempo para hacer penitencia.
2. Ofrécele tu corazón
para hacerla.
3. Pídele que te dé su gracia para llevarla a la
práctica.
Padrenuestro, etc.
Haz el ramillete
espiritual.
12-12-2012
Dios te salve Santa María de
Guadalupe, llena, eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra
muerte. Amén